Cómo debe ser un seguro de decesos

Tratar el momento de la muerte de un ser querido o pensar en la propia siempre va a resultar complicado. La barrera emocional que cubre cualquier tema relacionado con un deceso hace que se evite, retrasando una realidad que debería manejarse con la objetividad que ofrece la distancia. Por este motivo, contratar un seguro de decesos cuando no hay ninguna muerte que lamentar y se tiene la mente fría es el momento más apropiado.

Coberturas que debe poseer un seguro de decesos

Cada compañía de seguros tiene libertad para ofrecer ciertas coberturas, ampliando el número, la variedad y jugando con los precios. La persona interesada debe saber cuáles son las principales y asegurarse que va a recibir un buen servicio con el mínimo coste posible.

Como norma general, una empresa aseguradora que ofrece póliza de decesos tiene que cubrir todos los gastos funerarios del entierro; el ataúd, la homilía en el caso de pedir un funeral católico, o en otra religión si fuera necesario, toda la gestión de los trámites legales del fallecimiento, las esquelas en la prensa, la organización del funeral, los derechos municipales del cementerio para la inhumación, un servicio de taxis, la urna para las cenizas, el servicio del Tanatorio, una corona de flores, el levantamiento judicial y la incineración (si es el caso).

No obstante, como ya se ha comentado, las compañías suelen ofrecer coberturas extraordinarias, servicios adicionales que pueden ser interesantes para un buen número de clientes.

Por ejemplo, los que suelen viajar asiduamente por cuestiones laborales no dudan en incluir la repatriación del cuerpo.

Por otro lado, también es posible añadir un servicio de seguro de accidentes con una indemnización determinada en caso de fallecimiento, admitir a menores de forma gratuita o una asistencia médica en viajes e incluso atención psicológica para la familia del fallecido.

La ayuda de un seguro de decesos

Definitivamente, los beneficios de los seguros de decesos son claros y de gran ayuda a los familiares de un difunto.

Con este tipo de contrato se permite el pago gradual, de la forma que se quiera (pues se ofrecen muchas facilidades), para evitar que sean los familiares quienes tengan que soportar esta carga de una sola vez cuando ocurra el fallecimiento.

La económica es la ventaja más importante a la hora de contratar un seguro como este. Y es que una muerte supone unos gastos extraordinarios, bastante elevados como norma general. Al pagar un seguro a plazos, el asegurado podrá calibrar el gasto que quiere afrontar según el tipo de sepelio que quiera recibir y el dinero que está dispuesto a depositar cada mes.

En este sentido, la oferta es muy amplia. Por ejemplo, los seguros de decesos de DKV permiten incluir a una persona o a todos los miembros de una misma familia en una sola póliza.

Por otro lado, tal y como se hacía referencia al principio de este artículo, se podrá planificar con todo lujo de detalles cómo se desea el funeral. De este modo, la familia no tendrá nada por lo que preocuparse en un momento tan delicado, en el que no se está mentalmente capacitado para atender ningún otro asunto más allá que el recuerdo al difunto.

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