Seguros para todo y todos

El primer tipo de seguro que se puede considerar como tal a lo largo de la historia y del que se tiene conocimiento y documentación, es el seguro marítimo que se utilizaba en el mar Mediterráneo en la era medieval con el supuesto interés de garantizar el valor de la carga para quienes contrataban el transporte de determinadas mercancías.

Las primeras aseguradoras se fundaron como tales en el siglo XVII en Gran Bretaña, y amedida que el mundo se fue haciendo más industrial se fue extendiendo al menos por toda Europa, en la que es extraño que alguien no tenga algún tipo de seguros para garantizar que en el caso de que exista una pérdida o algún daño estos se puedan afrontar al menos en parte con el pago de una cantidad económica o el arreglo de determinada avería, como en el caso de los seguros de automóviles o los de hogar, que empezaron siendo solamente seguros contra incendios y en la actualidad incluyen otro tipo de incidentes como inundaciones, cortes de luz o explosiones.

El seguro más habitual es el de automóviles, aunque hay muchos otros tipos de seguros como los seguros médicos que funcionan como las antiguas igualas o los seguros de entierro, en los que las funerarias en realidad lo que hacen es ir cobrando en vida un servicio que consideran que todos tendremos que utilizar algún día.

También se han generalizado los denominados seguros de paro, en los que los contratantes reciben algunas contraprestaciones en el caso de perder sus puestos de trabajo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *